Dicen que es bueno que cada uno tengamos
nuestros propios interrogantes sin resolver. Que acoger cada pregunta nos hace
crecer de alguna forma. Que no demos nada por sentado, que nos cuestionemos
todo...
Pero, ¿qué pasa cuando el “por qué” te lo
arrojan desde fuera?
Aún siento los ojos llenos de agonía buscando
alguna respuesta en mi rostro. Sin reprochar nada ni esperar nada de mí,
simplemente compartiendo la incomprensión de la injusticia.
¿Qué dices, qué haces, qué contestas cuando
una persona como tú pregunta –con un gran carácter retórico - el sentido de una
cruel y dura realidad, de una verdadera realidad?
He crecido en una sociedad llena de
privilegios y oportunidades. No he tenido que alejarme desde los 16 años de mi
familia para poder tener un poco de comida, nadie me ha engañado a la hora de
firmar un contrato ni he tenido que trabajar durante años para que me den unos
papeles -que no sé si alguna vez entenderé la importancia que pueden tener- que
no tengo la certeza de que me lleguen algún día.
Conozco mi tierra porque mi vida se ha
desarrollado ahí, no porque la patera que prometía ser un puente hacia el
progreso desembarcó en su costa. Y, sin embargo, mientras ellos se refugian en
la esperanza, la gratitud y la alegría en una situación muy lejana a la mía, me
dedico a liberar pensamientos negativos ante el mínimo tambaleo que pueda
sufrir.
No, no entiendo por qué el dinero importa
tanto. Ni por qué los derechos de las personas son una utopía. No entiendo que
pongamos tantas barreras ante lo distinto, ni que siendo tan iguales nos veamos
diferentes. No entiendo muchas cosas, no sé si algún día lo entenderé. Creo que
prefiero no entenderlo.
Formará parte de esos interrogantes que
quedan en el aire, de esas situaciones que -como si te echaran agua fría en la
nuca- te acercan a la realidad. Malditos interrogantes, porque son una muestra
de lo imperfecto que es el mundo. Pero son ellos los que nos mueven, quizás más
por dentro que por fuera; los que remueven y transforman la fría pasividad en
la inquietud que despierta vida en tu vida.