Yo creo en la esperanza,
aliento de nuestro vivir,
que ese verde anhelado
se encuentra entre tanto gris.
Está en las alegres palabras
que se cruzan al salir
a pesar del cansancio
los vecinos en el jardín.
En las razones que esos niños
siempre tienen para sonreír,
en la cara del anciano
que solo puede ser feliz.
Yo creo que la esperanza
está muy cerca de ti,
en los rayos del sol temprano
que acaba de surgir.
En el cuidado con que guardas
todo lo que está por descubrir,
y cada nombre encontrado
en el camino del vivir.
La esperada esperanza
renueva su verde, candil,
cada vez que tu corazón
apuesta por salir de ti;
cada vez que le haces caso
y das vida con tu existir.