jueves, 23 de junio de 2016

La absoluta verdad de lo pequeño

Esta foto te parecerá normal y corriente. Pero la verdad es que encierra una historia.


Al principio estaba radiante, llena de flores y hojas de brillante verde. Me daba los buenos días cada mañana y una alegre bienvenida cuando abría la puerta de mi habitación. Pero el precio del desagradecimiento no fue una simple propina... me olvidé de ella. De lo presumida y delicada que era (bueno, no esa clase de delicadeza que si te olvidas de regarla una vez muere en un retorno imposible). De que necesitaba vida para vivir, un mínimo de atención. Sé que de vez en cuando alguien la cuidaba por mí. Pero cuando me di cuenta estaba triste, gris, seca, sin flores. Lo que podría llamarse una planta moribunda. 



Y, pese a ello, solo hizo falta un poco de agua, un poco de luz, un poco de cariño para que una de sus pequeñas flores empezara a sonreír.



(Espero que entiendas que no hablo solo de flores...
es la absoluta verdad de lo importante)