Unas palabras con motivo de la entrega de premios del Primer Certamen Literario Internacional "Musas de Primavera", celebrada a principios de mayo en Paradela (Lugo).
Un mensaje para los asistentes de aquel día y para todo el que quiera dedicarle una pequeña parte de su tiempo:
Un mensaje para los asistentes de aquel día y para todo el que quiera dedicarle una pequeña parte de su tiempo:
"Julio Cortázar expresa con gran acierto que las
palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma. Nada de
lo que llene el alma cabrá dentro de las palabras. Porque, ¿cómo se conserva la
ternura de un beso?¿Cómo se explica la intensidad de un fugaz amanecer?¿Cómo
es posible expresar la desolación que deja tras de sí la ausencia, el desgarro
que provoca la muerte?¿Acaso caben la rabia, el odio, el miedo, la alegría, el
agradecimiento, la euforia… con toda su esencia en el par de trazos que
conforman la caligrafía?
Puede que las palabras no sean más que unas
cuantas líneas desordenadas. Sin embargo, en un mundo tan revuelto como el
nuestro tienen un increíble poder. Con ellas no solo es posible guardar la
historia y sus acontecimientos, derribar fronteras, acercar culturas, mantener
el contacto con otras personas, entretener al que lo necesita… Gracias a las
palabras es posible ayudar a que muchas vidas encuentren su sentido, con ellas
se pueden mover corazones, enseñar a sentir. Nos hablan de empatía al ponernos
en la piel del otro, alimentan nuestro saber -no solo en cuanto a conceptos,
sino a nuestra sabiduría-. Las palabras nos pueden ayudar a aprender a vivir en
esta vida que no está exenta de dificultades, pero que por ello nunca deja de
ser maravillosa.
Es imposible que las palabras alberguen el
alma, pero su misión -precisamente- es la de ser puentes para que dos almas
distintas se encuentren. Con ellas, casi inevitablemente, el escritor acerca al
lector a una parte de su corazón. Son imprescindibles (como parte fundamental
del arte) para que seamos capaces de soñar, de proyectarnos lejos, para que nos
atrevamos a dar un paso más en nuestro caminar, a salir de nosotros mismos,
para que aspiremos a dar lo mejor que cada uno puede ofrecer y, a su vez,
disfrutemos de cada momento.
Es así como me siento, agradecida a cada
persona que sin miramientos ha querido dejarse llevar a un rincón de mi alma, a
una parte de mi primavera; concretamente en este Primer Certamen Literario
“Musas de Primavera”, y a todos los que han hecho posible su realización. Gracias
especialmente a LA TEXTOTECA “El Árbol de Danfi” por ofrecer un medio para
expresar lo que florece en nosotros al contemplar esta explosión de la
naturaleza, su vitalidad y esplendor. Me siento agradecida y responsable de mis
palabras y del poder que tienen para dar respuesta a diversas necesidades que
experimentan muchas personas a mi alrededor. Responsable, también, de aprender
a mirar con otros ojos, que sean capaces de ir más allá de lo superficial; y a
vivir con coherencia a mis palabras. Escribamos desde la verdad, desde la
transparencia. Hablemos al mundo de la belleza que a veces ocultan un par de
sombras. Vivamos desde la humanidad, abriendo las manos y vaciando el corazón.
Abracemos las pobrezas, no para seguir pisoteándolas, sino para ayudar a
construir. Tenemos una herramienta preciosa con la que dibujar en la historia
de los demás: nuestra vida. Usémosla para que el amor deje de ser una utopía.
Disfrutémosla para que –como las musas primaverales- enseñemos al otro la
belleza de existir."
Me alegra, María, ver con que ilusión inicias el camino. Un camino que a los ojos de tu juventud parece largo, largísimo, casi infinito y a mi vejez corto, cortísimo, un instante.
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