Qué es la vida sino abrir tus ojos al despertar,
extender las manos queriendo acariciar,
respirar colores y sentir sabores de la madrugada,
tener motivos en el futuro que alcanzar.
Qué es la vida sin sus flores, que alegran el caminar,
sin esos seres que no se alejan de ti jamás,
sin la esperanza del sembrador que siempre ansiaba
ver los brotes crecer sin vértigos al avanzar.
Qué es la vida sin pasiones, que quieren llenar
de sentimientos que vuelan sobre la eternidad,
que hablan de dudas y atrevimientos, de alas
que retan al vacío, de historias que enseñan a amar.
Qué es vivir sino sentirlo todo y experimentar
ser consciente de cada gesto con sinceridad,
crecer, saltar, reír y bailar sobre la farola que canta,
farola que evita naufragios en la noche de vanidad.
Qué es vivir sino arrancar los días sin esperar
que el calendario que ahora brilla se vuelva a renovar,
ser feliz con el presente: un regalo que adelanta
sin ningún remordimiento lo que nos deparará.
Qué es vivir sino exaltar el aliento primaveral,
las notas de instrumentos que encarnan el musical,
la alegría del contento, el optimismo que alaba
la verdad de la vida, el entusiasmo de despertar.
María Armas López de Vergara
No hay comentarios:
Publicar un comentario