domingo, 30 de noviembre de 2014

¡Despierta!

Despierta,
pero no de cualquier manera.
Ponte en marcha,
levántate con todo
lo fuerte y lo débil,
lo bueno y lo malo,
conocido y por descubrir.

Despierta,
aleja la indiferencia.
Contempla y abraza
aquello que el otro
necesita de ti;
abre tus manos
y empieza a latir.

Despierta...
es la hora de vivir.




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