lunes, 24 de febrero de 2014

El grito

Un grito rompió el silencio. 
Ruidoso, aunque nadie más lo pudo escuchar.
Rasgó el espacio con miedos escondidos, explotó con dudas que hasta ahora habían pasado desapercibidas. 

Gritó de incomprensión entre tantos consejos vacíos.
Gritó de soledad entre tanta gente a su alrededor.
Gritó de desesperación sin encontrar una buena noticia que diera una luz optimista.
Gritó en silencio, respondiendo a las inquietudes que se removían por dentro. Gritó para encontrarse consigo mismo. Gritó para poder respirar, como ocurrió el día de su nacimiento.

Despertó un grito que le enseñó a escuchar otros tantos gritos silenciosos.



1 comentario:

  1. Me uno a tu grito María !!!!!!!
    Un impulso que nos mueve, aprender a pedir espacio y aprender a darlo.
    besitos

    ResponderEliminar