jueves, 13 de marzo de 2014

La suerte de cada día

Despertarte entre besos. Desayunar rodeados de los sueños de unos, las pesadillas de otros. Algunas mañanas, una carrera para ver quién hace la cama más rápido. Después cada uno a su mundo, a su lucha personal, a su batalla diaria. Timbres, platos llenos, platos vacíos (todo está rico aunque no nos guste), puertas que se abren, gente que sale, gente que entra. Tele (la caja tonta): un rato lo que tú quieras, luego elijo yo. Cierras los ojos, tiempo que vuela. Suenan más timbres, más abrir puertas. Llegas cansado de clase, aguantas el llanto, un buen abrazo sabe cómo consolarte. Me cuentas, te calmas, respiras hondo, ahora te ríes. Juntamos nuestras manos en la cocina. Muchos deportes -cada uno algo distinto-, ahora un rato de estudios. Concentración en medio de ruidos. Interrupciones, no faltan las dudas,¿me ayudas? Cuadrar de nuevo todos los horarios. Seguimos con reuniones, más clases, trabajo... Una locura de día que termina con una cena que intenta ser creativa. No falta nunca el buen humor, alguna curiosidad, que te enseñen una nueva canción... Nunca faltan anécdotas divertidas, tan caseras y tan sencillas. Buenas noches, un beso (seis besos). A veces surge algún cuento. A veces se cumple la tentadora pregunta: ¿me acurrucas? Claro que sí, compañero de aventuras. Paz, Silencio. Cierro los ojos esperando que mañana me despierten abrazos de siete años.

Catorce manos juntas construyen mucho. Catorce pies llegan muy lejos, aunque unos tengan que tirar de otros. Siete corazones a veces laten como uno. Es la suerte que tengo cada día. Gracias Familia.




2 comentarios:

  1. La mejor familia del mundo!!! os echo de menos!!

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  2. La suerte es también mía, soy un gran afortunado. Gracias, mi querida familia, y a ti, María, porque sabiendo expresarlo, decidiste hacerlo.

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